lunes, 12 de noviembre de 2012

Bilbao sufre las peores inundaciones desde 1983

Mi columna en DEIA, Bilbao sufre las peores inundaciones desde 1983

Bilbao sufre las peores inundaciones desde 1983DURANTE la última semana el Bajo Nervión ha estado a oscuras. El paso de la gota fría produjo una explosión en el transformador eléctrico que abastece a casi todo Bilbao. Hoy en día sin electricidad no funciona casi nada: la calefacción central de los edificios, los calentadores de gas, ni las antenas de telefonía móvil; una pequeña molestia, que ha servido para darnos cuenta de lo mucho que hemos pasado a depender del smartphone y su acceso a Internet.
DESCONOZCO QUE DESCONOZCO
Bilbao sufre las peores inundaciones desde 1983
JUAN DE LA HERRÁN - Lunes, 12 de Noviembre de 2012 - Actualizado a las 05:40h         
DURANTE la última semana el Bajo Nervión ha estado a oscuras. El paso de la gota fría produjo una explosión en el transformador eléctrico que abastece a casi todo Bilbao. Hoy en día sin electricidad no funciona casi nada: la calefacción central de los edificios, los calentadores de gas, ni las antenas de telefonía móvil; una pequeña molestia, que ha servido para darnos cuenta de lo mucho que hemos pasado a depender del smartphone y su acceso a Internet.
La última gran inundación ocurrió en agosto del año 1983, el Nervión, al igual que otros ríos de la cornisa Cantábrica, sufrió graves crecidas después de fuertes tormentas, con un caudal de 600 litros por m², equivalente a una capa de agua de 60 cm. El 26 de agosto la ría se desbordó en plena Semana Grande de Bilbao. El agua alcanzó los tres metros en algunos puntos de Basauri y hasta cinco en Bilbao. Más de un centenar de municipios se declararon zona catastrófica en el País Vasco, Cantabria, Navarra y Burgos; 34 personas perdieron la vida a causa de las riadas y cinco permanecen desaparecidas. También se calcula que las pérdidas monetarias alcanzaron los 60.000 millones de pesetas (360.000.000 euros) en Bilbao y 200.000 millones de pesetas (1.200.000.000 euros) en el País Vasco. Los vascos aún no tenían teléfono móvil, eran casi productos de ciencia ficción en este país. Hoy los teléfonos avanzados suponen más de la mitad del mercado de la telefonía vasca y en grandes áreas urbanas, como Bilbao, son prácticamente ubicuos.
Según un estudio de la operadora O2, los usuarios dedicamos a estos teléfonos, una media de dos horas de uso al día: 24 minutos para navegar por la red, 17 para consultar redes sociales, 14 jugando a videojuegos, 15 escuchando música, 12 hablando por teléfono, 11 consultando el correo, 10 mandando SMS, 9 viendo series de televisión o películas, 9 leyendo libros y 3 sacando fotografías. Casi ninguna de estas actividades puede realizase sin conexión a la red.
Incluso con las antenas funcionando, habría tenido que dar un paseo diario de varios kilómetros para poder tener acceso a la electricidad y cargar el móvil pero al menos, una vez cargado, podría haber regresado a casa. En su lugar, debido a la falta de antenas, el paseo tenía que convertirse cada día en una excursión de casi ocho horas, mendigando una mesa de trabajo en una cafetería con WiFi o la oficina de un amigo, en alguno de los pueblos no afectados por el corte. Un detalle curioso es que la red de cable sí es capaz de funcionar, por lo que las colas en las cabinas telefónicas eran la norma en la ciudad. En los últimos años muchas cabinas han dejado de funcionar o han desaparecido sin que nadie se haya dado cuenta. Como nadie las usa dan la sensación de estar en buen estado pero están estropeadas y las compañías telefónicas no tienen ningún incentivo para repararlas a tiempo. En muchos hogares hemos sustituido la línea de teléfono por lo que nos hemos acostumbrado tanto al móvil que nuestra vida social depende de él para todo. Hace 20 años quedábamos en un lugar, a una hora, y esperábamos allí pacientemente. Hoy estaríamos enviando un Whatsapp si la persona a la que esperamos llega 10 minutos tarde. Las mayores operadoras de telefonía del país no son capaces de tener listas antenas de telefonía móvil de emergencia, alimentadas por generadores. Preguntadas por ello, la respuesta fue que "no lo consideraban necesario".
Todo esto no ha sucedido aquí, realmente son las experiencias vividas en la ciudad de New York al paso del huracán Sandy, por sus habitantes. A la vista de lo cual me da la impresión de que la radio y los "transistores a pilas" han vuelto a ser el sistema de comunicación y de información con la ciudadanía ya que, con una pequeña batería de coche, podemos transmitir en la banda de FM. Pero creo que en la actualidad, la red de teléfono móvil es fundamental para coordinar los esfuerzos de rescate y ayuda a la población. Los smartphones se han convertido casi en una necesidad, y por qué no.

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