Mi columna en DEIA, La ley Lassalle
Vamos a proceder a explicar los aspectos mas relevantes que propone la ley Lassalle.
Esta revisión de la ley Sinde, propone un aumento del control sobre las entidades que controlan el cumplimiento de la ley, principalmente para que no nos encontremos con casos de escasa transparencia como todo lo acaecido con la SGAE, estando obligadas a publicar tarifas y repartos de los ingresos en la página Web. También diferenciará el papel de cada sitio Web, descartando como infractores a aquellos que ocasionalmente hayan compartido algún archivo protegido o herramientas de búsqueda que nos permitan llegar a estos contenidos como puede ser Google. Se centrarán todos los esfuerzos en los sitios que directamente se dediquen a promover las descargas ilegales.
DESCONOZCO QUE DESCONOZCOLa ley LassallePOR JUAN DE LA HERRÁN - Lunes, 25 de Marzo de 2013Durante este fin de semana he aprovechado para empaparme el anteproyecto de ley de modificación del texto refundido de la ley de propiedad intelectual, aprobado por real decreto legislativo 1/1996, de 12 de abril, y de la ley 1/2000, de 7 de enero, de enjuiciamiento civil. Resumiendo, de la ley Sinde a la ley Lassalle, que endurecerá la lucha contra los enlaces y acotará la copia privada. Aunque tengo mi postura y punto de vista claro sobre las descargas, hoy quiero tratar de explicar claramente qué supone para los usuarios de Internet este nuevo hito.El proyecto conocido como la Ley Lassalle es la sucesora de la Ley Sinde y debe su nombre al secretario de Estado de Cultura y principal impulsor de la reforma, José María Lassalle. El anteproyecto de Ley de Propiedad Intelectual plantea medidas para reforzar los poderes de la Comisión de Propiedad Intelectual, encargada de notificar y retirar contenidos denunciados por vulnerar los derechos de autor, así como para asegurar más transparencia y eficacia de las entidades de gestión de derechos como la SGAE. La reforma de la ley se sustenta en tres grandes puntos: más control a las actividades de las entidades de gestión de derechos de autor, un incremento de la protección de los derechos de autor en la Red y una redefinición del concepto de copia privada.El primer punto es aumentar el control sobre las entidades de gestión (por ejemplo SGAE), lo que implica una serie de nuevas obligaciones, sanciones y medidas para aumentar su transparencia. Se obligará a las entidades, para aumentar la competencia real entre ellas, a tener una mayor transparencia documental y a publicar en su sitio web sus tarifas y la forma de reparto entre sus socios.En el segundo punto, la protección de derechos de autor en la Red, se refuerzan las capacidades de la Comisión de la Propiedad Intelectual de Cultura. Así, su primera sección, refuerza su capacidad mediadora entre las entidades de gestión y los usuarios. La sección segunda, que es la encargada de luchar contra las supuestas infracciones de los derechos de autor en la Red por la vía administrativa, aumenta su poder. La norma excluirá explícitamente de este procedimiento a los prestadores que desarrollen actividades de mera intermediación técnica, como pueden ser los buscadores, como Google, así como a aquellos sitios web que enlacen ocasionalmente a contenidos protegidos. Y las medidas nunca irán dirigidas contra los usuarios finales de Internet.En el tercer punto, el proyecto prevé reducir y concretar el concepto de copia privada a aquella realizada sobre un original adquirido de forma comercial. El texto especifica además que esas copias se hagan a partir de un soporte original comprado, lo que podría excluir las obras digitales, las copias de obras alquiladas, o incluso de las prestadas o regaladas.Los cambios propuestos, ya en forma de anteproyecto de ley, deben pasar ahora por su fase consultiva. Habrá un periodo de conversaciones, especialmente con las entidades de gestión pero también con otros sectores. También se establecerá una dirección de correo electrónico para que cualquier ciudadano pueda aportar sugerencias y quejas sobre el texto.Sé que puede resultar tedioso leerse las 31 páginas de este anteproyecto pero para las personas que queremos defender la libertad de Internet es un paso fundamental para aportar ideas y soluciones. Estamos ante un nuevo modelo de negocio que en ocasiones puede resultar traumático para todos aquellos que han estado trabajando sobre el mismo, como si los avances tecnológicos no les fueran a influir. Por eso, hay que darse cuenta de que el enemigo no es Internet sino que es un canal sobre el que aumentar ventas, emprender nuevos negocios y sobre todo, es el escenario donde se va a desarrollar toda la economía a nivel mundial. Ponerle puertas al mar es un idea con la que han soñado desde siempre todos los gobiernos, pero no creo que sirva de nada.