lunes, 15 de julio de 2013

Y tú, ¿para qué lo usas?

Y tú, ¿para qué lo usas?

Y tú, ¿para qué lo usas?A menudo se nos llena la boca hablando de lo potentísimos que son nuestros smartphones, con tropecientos núcleos y sus incontables gigas de memoria ultrarápida. Es genial poder contar con un terminal de semejantes características, pero es un crimen usarlo únicamente para mandar Whatsapp y sacarlo de nuestro bolsillo y darnos cuenta al usarlo como reloj, que solo han pasado 5 minutos desde la última vez que lo hemos mirado.


DESCONOZCO QUE DESCONOZCO
Y tú, ¿para qué lo usas?
POR JUAN DE LA HERRÁN - Lunes, 15 de Julio de 2013
Me cuesta encontrar alguien sin un smartphone. Es posible que tú seas uno de los que todavía no lo tiene pero a mi alrededor veo teléfonos de última generación en manos de cualquiera, da igual la edad o la condición. No estamos hablando de un dispositivo barato, por mucho que todo el mundo se empeñe en decir que se lo ha regalado su operador o que al coger la tarifa oso panda, oso pardo o no se qué oso te corresponde sin coste alguno. Mentira, te lo están cobrando, ya sea mediante un contrato de permanencia, pagándolo en cómodos plazos o por seleccionar una tarifa plana que nunca vas a aprovechar. Que uno de estos artilugios tenga el mismo precio que un ordenador portátil me sigue pareciendo un abuso.
Lo divertido de todo esto es cuando haces la pregunta del millón, y tú ¿para qué usas, de verdad, tu smartphone? Con las respuestas que suelo obtener les cambiaría en ese momento su teléfono por uno de 18 euros y podrían seguir dándole el mismo uso que al de 500 euros. Un teléfono inteligente se puede usar para administrar y organizar tu tiempo, leer documentos, revistas o la prensa, llevar tus archivos a cualquier parte, escuchar o incluso componer música, saber el estado del tráfico en tiempo real, aprender idiomas, llamar sin coste a cualquier parte del mundo y además mediante videoconferencia, aprender a dibujar o retocar nuestras fotos al mismo tiempo que las hacemos, no perdernos nunca o encontrar los sitios más remotos del mundo, incluso podemos dedicar tiempo a aprender a usarlo. Las posibilidades pueden ser casi infinitas, sólo en la tienda Google puedes encontrar cerca de 1 millón de aplicaciones. Y a pesar de todo esto, sigues usando tu smartphone para tres cosas: cotillear con el whatsapp, engancharte como un mono a un juego o ver el muro de Facebook. Conclusión, estamos infrautilizando nuestro smartphone.
Así que he decidido dedicar las columnas de este verano a tratar de explicar cómo sacar rendimiento a nuestro teléfono con aplicaciones sencillas y útiles. Sabías que puedes ver las constelaciones del firmamento, o que con una aplicación como Evernote ya no olvidarás nunca una idea que se te venga a la cabeza. En septiembre te haré la pregunta de nuevo, y tú ¿para qué lo usas?

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