lunes, 28 de enero de 2013

1.500 en YouTube

Mi columna en DEIA, 1.500 en YouTube

1.500 en YouTubeQUE uno de los vídeos de mi canal de YouTube tenga más de 1.500 visitas puede parecer una cifra baja, especialmente si lo comparamos con los 124 millones de reproducciones que hasta ahora tiene el señor coreano y su Gangnam Style o baile del caballo. Para entender la pequeña diferencia entre los dos vídeos puedes encontrarlo en esta dirección http://goo.gl/ijkBn, pero como seguramente estás leyendo esta columna en papel te diré que se titula Cómo usar un tablet y en él muestro, junto a Klaudio Landa, algunos de los usos que se les puede dar a este tipo de dispositivos.
DESCONOZCO QUE DESCONOZCO
1.500 en YouTube
POR JUAN DE LA HERRÁN - Lunes, 28 de Enero de 2013 - Actualizado a las 05:34h         
QUE uno de los vídeos de mi canal de YouTube tenga más de 1.500 visitas puede parecer una cifra baja, especialmente si lo comparamos con los 124 millones de reproducciones que hasta ahora tiene el señor coreano y su Gangnam Style o baile del caballo. Para entender la pequeña diferencia entre los dos vídeos puedes encontrarlo en esta dirección http://goo.gl/ijkBn, pero como seguramente estás leyendo esta columna en papel te diré que se titula Cómo usar un tablet y en él muestro, junto a Klaudio Landa, algunos de los usos que se les puede dar a este tipo de dispositivos.
Youtube no es un simple megaalmacén de vídeos raros, que los hay y muchos, sino una verdadera herramienta de comunicación donde los usuarios particulares y sobre todo las empresas pueden aprovecharse de un gran número de recursos existentes. Para poderlo explicar me voy a centrar en unos cuantos ejemplos que quizás desconozcas y que te pueden hacer ver a partir de ahora otra forma el uso de Youtube.
La mayoría de las universidades de todo el mundo tienen un canal dentro de YouTube. Algunas incluso han ido grabando en vídeo las charlas, conferencias o incluso las clases que en ellas se imparten. Parece increíble que puedas encontrar todas y cada una de las clases impartidas por un premio Nobel a sus alumnos durante el curso pasado de forma gratuita, pero es así. Date una vuelta por el canal de la universidad de Harvard o del MIT, donde encontrarás muchas de ellas subtituladas en varios idiomas, cursos completos de economía, programación o de cálculo y álgebra, por poner ejemplos.
Algunos de los vídeos con mayor número de visitas son simples explicaciones muy sencillas. Cómo hacer un nudo de corbata, cómo se cose un botón o cómo instalar un programa en un ordenador son muchos de los ejemplos que te puedes encontrar. Si te estás preguntando cuándo o cómo podar tus hortensias estoy convencido de que vas a encontrar la solución en un vídeo. Además, si crees que tienes algo que enseñar porque eres especialista en hacer una tarta casera o en la pesca con mosca, te puedes animar a grabar un vídeo y subirlo a la red, porque seguramente alguien está esperando que tú le cuentes eso.
La mayoría de las pequeñas empresas que he visto que tienen un canal en YouTube suelen tener vídeos que probablemente no los verá ni su propio gerente. Explicaciones sobre los orígenes del fundador de la compañía, discursos hablando sobre el 20 aniversario o explicando las bondades de sus productos frente a los de la competencia no nos dicen nada a la mayoría de los que estamos navegando por Internet. Hace unos años, mientras impartía un curso dentro de una empresa de máquina herramienta, tuve que suspender momentáneamente las clases porque la mitad de mis alumnos tuvieron que salir para resolver un problema de una máquina. Mientras esperábamos su vuelta algunos de los compañeros me explicaron que se trataba de realizar una tarea de mantenimiento rutinaria pero que algunos de ellos no sabían cómo se hacia. Al día siguiente se me ocurrió proponerles que grabaran en vídeo esa tarea de mantenimiento, con un simple teléfono móvil, y que lo subieran a YouTube. Hoy esa empresa cuenta con su propio canal donde tienen todas las tareas de mantenimiento descargadas y cualquiera las puede consultar sin necesidad de buscar o molestar a otra persona. Se ha convertido en una herramienta de productividad, y además, gratis.
Vender nuestra marca a través de los medios tradicionales funciona pero hoy en día hay nuevos canales que debemos aprovechar y utilizar. Si me voy a comprar una bicicleta, a los compradores ya no nos sirve un catálogo de especificaciones, queremos ver cómo frena la bici, cómo es capaz de descender por una pendiente o cómo es de sencillo el nuevo sistema de reparación de pinchazos. Quizás tengamos que empezar a decir a partir de ahora que un vídeo vale más que mil palabras y empezarnos a resultar extraño si una compañía no muestra el funcionamiento de sus productos tal y como son. Si no tienes nada que ocultar y tus productos son los mejores, muéstranoslo en un vídeo.

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