lunes, 16 de junio de 2025

Una nueva aplicación europea buscará frenar el acceso de los menores al porno

Hace ya unas semanas Javier Alonso Ezquerra del Grupo Noticias me propuso colaborar para la redacción de un artículo sobre la polémica aplicación de la Unión Europea para controlar el acceso a las webs pornográficas para los menores de edad. Acabo de ver en DEIA, Noticias de Gipuzkoa, Noticias de Álava y Noticias de Navarra el artículo que ha publicado y también a colaborado mi amigo Jorge Campanillas, experto en Derecho Digital. Al final os dejo los enlaces por si queréis leerlo. Esta es mi opinión sobre todo esto.

Fotograma de una página porno pixelada
Fotograma de una película porno pixelada

Un control de acceso imposible: la trampa de regular lo incontrolable

La Unión Europea ha decidido emprender una cruzada tecnológica para limitar el acceso de los menores a contenidos para adultos en internet. Una intención, en apariencia noble, que plantea crear una aplicación que verifique de forma segura si el usuario tiene la edad mínima requerida antes de permitirle el acceso a una página con contenido sexual explícito. El problema no está en el objetivo, sino en el método: intentar regular algo que, por su propia naturaleza, escapa a cualquier control centralizado.

En esencia, el plan pretende imponer que cualquier sitio web con contenido para adultos verifique la edad del visitante mediante una app que, a través de intermediarios autorizados (bancos, empresas de telefonía, entidades públicas), certifique que la persona tiene más de 18 años. Esta verificación se haría sin revelar la identidad del usuario al portal, protegiendo así la privacidad. Todo suena razonable hasta que uno analiza cómo funciona realmente internet.

Primero, hablemos de la frontera. ¿Qué es exactamente una "página para adultos"? ¿Una web pornográfica? ¿Un foro de educación sexual? ¿Un blog con contenido erótico? ¿Un texto literario explícito? Establecer esa línea es subjetivo, cambiante y culturalmente variable. Además, ¿qué pasa con plataformas como Reddit, Twitter o Telegram, que permiten contenido explícito pero no están dedicadas exclusivamente a ello? ¿Van a exigir también control de edad en cada rincón ambiguo de internet?

Segundo, está la cuestión de la descentralización. La mayoría del contenido pornográfico no está alojado en servidores europeos. Muchas webs están en jurisdicciones que ni reconocen la legislación comunitaria ni tienen el menor interés en colaborar. Incluso si se lograra forzar a las páginas con servidores en la UE a implementar el sistema, bastaría con cambiar de dominio o país para saltarse la norma. ¿Bloquear entonces los sitios que no colaboren? Los jóvenes saben perfectamente cómo usar VPNs, navegadores anónimos o herramientas de proxy. Es una guerra que se pierde antes de empezarla.

En tercer lugar, está la falsa sensación de seguridad. Como ha sucedido en Reino Unido o Alemania, cualquier intento de verificación termina en soluciones parcheadas, con vulnerabilidades, con datos personales expuestos o, peor aún, en la creación de listas negras que pueden ser explotadas por terceros. Y eso sin mencionar el riesgo de censura: si se establece un mecanismo centralizado de verificación, ¿qué impide que se aplique a otros contenidos “políticamente sensibles” en el futuro?

Finalmente, conviene preguntarse: ¿estamos atacando el problema o su síntoma? Limitar el acceso de los menores a la pornografía es necesario, sí, pero no desde una perspectiva de vigilancia, sino de educación. Crear filtros digitales es útil, pero jamás sustituirá a una conversación abierta, a una formación afectivo-sexual de calidad y a la implicación de familias y educadores.

La intención puede ser buena, pero la ejecución técnica es, a todas luces, inviable. Intentar controlar el acceso global a internet mediante un sistema europeo centralizado es como ponerle puertas al mar. No solo no funcionará, sino que desviará recursos y atención de donde realmente se pueden lograr cambios significativos. La educación, la alfabetización digital y el diálogo siguen siendo, por mucho que nos pese, el único cortafuegos efectivo.

Consulta aquí en artículo original si quieres saber más sobre este tema:

En DEIA

En Noticias de Gipuzkoa

En Noticias de Álava

En Noticias de Navarra

No hay comentarios:

Publicar un comentario