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lunes, 9 de septiembre de 2013

Renovarse o morir, o que te compren

Mi columna en DEIA, Renovarse o morir, o que te compren
Renovarse o morir, o que te compren

Nadie podía imaginar hace unos años que el que fuera el mayor estandarte de la telefonía móvil, una empresa que durante muchos años ha tirado del carro de la evolución de la tecnología de consumo, llegara a vender sus activos a otra empresa. Una suma de malas decisiones y el no haber tomado el camino acertado desvinculándose de los sistemas operativos que apuntaban a liderar el mercado, ha terminado con Nokia tal y como la conocemos.
DESCONOZCO QUE DESCONOZCO
Renovarse o morir, o que te compren
POR JUAN DE LA HERRÁN - Lunes, 9 de Septiembre de 2013
Cuando estaba en la universidad los "americanos" nos llevaban más de tres años de adelanto en el mundo de las nuevas tecnologías. Si sabíamos de alguien que tenía que realizar algún viaje por aquel continente siempre le caía una enorme lista de deseos que solían hacer realidad con un recargo del 10% y nosotros todavía ahorrábamos dinero, aunque la mayoría de esos productos era imposible conseguirlos por aquí. Pero un buen año le dimos la vuelta a todo esto principalmente gracias a la telefonía móvil digital. Europa tenía las fabricas más importantes y marcábamos desde aquí los pasos a dar. Nokia era el amo del mundo y si en aquel momento alguien me dice que esa compañía terminaría vendiéndose a Microsoft nunca me lo hubiera creído.
Quizás Nokia no tuvo la visión que las compañías orientales tuvieron respecto al éxito de los smartphone. Incluso desde Microsoft se le auguró un futuro un tanto incierto al iPhone. Estas dos empresas no supieron adivinar el futuro tecnológico y tampoco tuvieron la cintura suficiente para poder dar un giro en su modelo de negocio. El actual acuerdo va a ser beneficioso para los usuarios. Disponer de una alternativa en el mundo móvil a la hegemonía de Apple y de Google con el sistema operativo para teléfonos de Microsoft seguro que permitirá mejores precios y mejores modelos, aunque en la feria de Berlín solo se hablaba de "tabletofonos", "phablet" o como quieras que se acaben llamando.
El futuro de muchas empresas está en adelantarse al posible cierre de las mismas mediante una fusión o una adquisición a tiempo. Da la impresión de que llegar a esta situación supone un fracaso y son muchos los negocios que mueren por intentar salvarse ellos solos. Ahora mismo Vodafone acaba de cerrar la venta de Verizon y dispone de 7.100 millones para invertir en Europa. Sus necesidades son dos: terminar de desplegar la red de banda ancha móvil 4G y terminar de construir su red de fibra óptica. Esta última opción me parecería derrochar el dinero y desde hace años se siguen defendiendo medidas regulatorias para poder utilizar mediante pago la red de Telefónica. Si yo tuviera una red de fibra óptica por todo mi territorio y supiera que alguien está interesado en ella por qué no aprovechar este momento para crecer.

lunes, 5 de noviembre de 2012

¿Nos pasamos a Windows 8?

Mi columna en DEIA, ¿Nos pasamos a Windows 8?

¿Nos pasamos a Windows 8?EN la noche de los tiempos de la tecnología, existía una marca llamada IBM que era la más valorada tanto en prestigio como en la Bolsa. Todos los palos de las comisiones antimonopolio caían sobre ella, hasta que un día apareció un chaval llamado Bill Gates, que con un producto denominado Windows hizo que poco a poco nos olvidáramos del llamado gigante azul. El omnipresente Microsoft estuvo varias décadas capitaneando el barco hasta que éste fue sustituido por Apple, que es a día de hoy la mayor empresa del mundo con una valoración de 600.000 millones de dólares. El mayor problema para Microsoft está en que en el año 2000 tenía una valoración de medio millón de dólares y hoy vale "sólo" 233.000 millones.
DESCONOZCO QUE DESCONOZCO
¿Nos pasamos a Windows 8?
POR JUAN DE LA HERRÁN - Lunes, 5 de Noviembre de 2012 - Actualizado a las 05:39h      
EN la noche de los tiempos de la tecnología, existía una marca llamada IBM que era la más valorada tanto en prestigio como en la Bolsa. Todos los palos de las comisiones antimonopolio caían sobre ella, hasta que un día apareció un chaval llamado Bill Gates, que con un producto denominado Windows hizo que poco a poco nos olvidáramos del llamado gigante azul. El omnipresente Microsoft estuvo varias décadas capitaneando el barco hasta que éste fue sustituido por Apple, que es a día de hoy la mayor empresa del mundo con una valoración de 600.000 millones de dólares. El mayor problema para Microsoft está en que en el año 2000 tenía una valoración de medio millón de dólares y hoy vale "sólo" 233.000 millones.
Microsoft necesita reinventarse y su apuesta se llama Windows 8, el cambio de versión más radical de este sistema operativo de los últimos 20 años, desde la aparición de Windows 95. Dicen que está concebido para el nuevo mundo tecnológico en el que priman los ecosistemas y servicios en la nube y donde relegamos al PC a ser uno más de los dispositivos con los que trabajaremos. El cambio es tan drástico que en lugar de ventanas estamos tocando un mosaico de filas y columnas donde encontramos las páginas webs o las aplicaciones. Y digo tocamos, porque desde su origen está pensado para ser usado con dispositivos táctiles y smartphones. Pero tranquilos, si lo queremos, el antiguo escritorio de Windows sigue disponible como un programa más.
En la actualidad, los usuarios se encuentran con un teléfono, como el iPhone, con un sistema operativo, con una tableta con Android y con un ordenador portátil con Windows 7 o Linux. Windows 8 está concebido para funcionar igual en los tres dispositivos, lo que puede resultar muy atractivo para muchos usuarios. Steve Ballmer llegó a afirmar que el iPhone " jamás llegaría a tener una cuota de mercado significativa" y hoy es capaz de generar más dinero que todos los negocios de Microsoft juntos. Por eso, su gran apuesta está a partir de ahora en el mercado de los teléfonos inteligentes junto con sus aliados Nokia y HTC. Tiene tanto en juego que ha preparado un plan B, según ha publicado The Wall Street Journal, que podría llegar a sacar su propio smartphone siguiendo la estela de Google.
A estas alturas todo el mundo estará queriendo saber si nos pasamos a Windows 8 o no. Yo llevo con la versión de pruebas desde mucho antes del verano y su calidad y estabilidad no parecen estar en duda, como sí ocurrió con Windows Vista o Millenium. Está claro que es un sistema sistema, que nos está diciendo que nos olvidemos del antiguo escritorio y de nuestro querido ratón. Por eso, muchas empresas que utilizan aplicaciones de escritorio, no enfocadas al mundo táctil o de tabletas, no verán la necesidad de sustituir su Windows 7. Es muy posible que sea el próximo año el momento en que las grandes compañías adopten este nuevo sistema operativo. A mí ya me están pidiendo que dé cursos y que explique lo que supone el cambio, por lo que si estás pensando en tus hijos o si estás en la universidad en una carrera técnica, haz un esfuerzo para tener en tu máquina este sistema instalado lo antes posible. En el mundo de la tecnología el que da primero sí que da dos veces.
Yo fui de los que no estaba seguro del éxito del iPad, por mis malas experiencias con las pantallas táctiles. El propio Apple fracasó con un dispositivo anterior del que ya nadie se acuerda llamado Newton. Además, se diseñó como un dispositivo enfocado al consumo de contenidos, un complemento a nuestro ordenador de sobremesa o portátil. Con Windows 8 llegamos a un nuevo paradigma. La tableta se va a convertir en el sustituto completo de nuestros actuales ordenadores. El contar con tres potentes sistemas operativos diferentes, el iOs 6 de Apple, Android de Google y el recién llegado Windows 8, permite pensar a priori en un escenario idílico para los consumidores en el que la competencia entre marcas genera el beneficio de buenos precios e interesantes programas con los que funcionar.
Otra de las preguntas sin respuesta es dónde quedará el sistema operativo Linux en todo esto. Intel anunció en septiembre que no permitirá sistemas Linux en los tablets con su procesador Intel Atom, sólo Windows 8. Android está basado en un kernel de Linux y, por tanto, parece que no es posible que convivan los dos sistemas operativos en un mismo tablet. Yo tengo mi portátil con Linux Ubuntu, Windows 7, Chrome y la nueva licencia de Windows 8. Dicen que soy tecnólogo.